Cupcake, el postre de famosos.

Los famosos aman a cupcake, y éste pequeño, delicioso, irresistible y provocador postre individual de taza de origen estadounidense hace que rompen las más estrictas dietas sin sentir ninguna culpa.

Más suave, húmedo, con manteca (mantequilla) en lugar de aceite, con relleno y decorado de mil maneras un cupcake no es una magdalena francesa y tampoco un muffin inglés, es un dulce con nombre propio, es simplemente un cupcake.

Anthony Bourdain (25.07.1956, New York, USA) una vez dijo: "¿cupcake? ¿para una mujer? claro que puedo hacer", y Gordon Ramsay (8.11.1966, Escocia, Reino Unido) está convencido que a éstas alturas de su vida puede preparar un cupcake o lo que sea con los ojos cerrados.

El Chef pastelero Bartolo "Buddy" Valastro Jr. (3.03.1977), la estrella de su propio reality "Cake Boss" (TLC), hace muy buenos cupcakes en su panadería "Carlo´s Bake Shop" (Hoboken, New Jersey, USA), aunque los pasteles italianos que prepara con la vieja receta de su padre, son mejores aún.

Es un negocio familiar que se mantiene con éxito gracias a la unión, cariño, responsabilidad, honestidad y el respeto a sus clientes que distingue a ésta panadería italiana de otras.

Candace Nelson (8.05.1974), la simpática cocinera y la juez de reality "Cupcake Wars" (Food Network), es dueña de la primera panadería del mundo dedicada exclusivamente a cupcakes "Sprinkles Cupcakes"
(2005, Beverly Hills, California, USA).

Con 10 locales en diferentes lugares de los Estados Unidos y vendiendo más de 1500 cupcakes diarios sin grasas trans, conservantes y sabores artificiales, la tan hábil, astuta y amiga de las estrellas la pastelera Candace Nelson es toda una celebridad en Hollywood.

Entre los más fieles clientes de "Sprinkles Cupcakes" encontramos a Barbra Streisand (1942), Oprah Winfrey (1954), Ryan Seacrest (1974), Paris Hilton (1981), Tom Cruise (1962), Jake Gillenhaal (1980), Tyra Banks (1973) y muchos otros.

Katie Holmes (1978) siempre compra cupcakes para su hija Suri Cruise (2006) en esta pastelería de Beverly Hill. Los cuatro hijos de Heidi Klum (1973) también adoran comer estos pastelitos, y la modelo tiene la costumbre de regalar las cajas de cupcakes a sus amigas como Victoria Beckham (1974).

Los cupcakes de muy famosa panadería "Magnolia Bakery" (401 Bleecker Street, New York), la propiedad de los esposos Tyra y Steve Abrams, aparecieron o fueron mencionados en las series "Sex and the City", "Spin City", en el show "Saturday Night Live" (NBC) y en la comedia dramática "The Devil Wears Prada" ("El diablo viste de Prada", 2006, USA, Francia) de David Frankel.

El precio de 6 cupcakes decorados es US$ 20 - US$ 27, y desde su página en internet "Magnolia Bakery" hacen muchos envios a todos los lugares de los Estados Unidos.

La venta de éstos pequeños, graciosos y tan populares biscochitos, que ya pertenecen a la cultura pop, es un próspero negocio que hace ganar a sus dueños toda una fortuna y ampliar el negocio.


Los afortunados esposos Abrams tienen varios locales en los Estados Unidos y con planes de abrir a más de 120 locales en muchos países del mundo donde adoran los cupcakes y reclaman su presencia.

Si las chicas de "Sex and the City" Sarah Jessica Parker (1965), Kim Cattrall (1956), Cynthia Nixon (1966) y Kristin Davis (1965) comen los cupcakes de "Magnolia Bakery", sus fanáticos también los quieren comer y la panadería se llena de gente, es una parada obligada para todos los seguidores de ésta serie y películas.

La pregunta es: ¿los cupcakes de "Magnolia Bakery" son mejores del mundo? Mi respuesta es no, hay mejores, mucho más sabrosos, mejor decorados y de menor precio que necesitan una buena promoción.

El Chef francés Johann Springinsfeld nos invita a "The Palazzo Resort Hotel" (Las Vegas, Nevada) a probar su sofisticada versión de cupcake "Decadence D´Or":
"su precio es US$ 750 porque tiene lo mejor de lo mejor: "Rémy Martin Cognac", vainilla de Tahití, chocolate de Palmira y oro comestible".

El boutique "Bloomsbury´s" en Dubai, uno de los siete emiratos que integran Los Emiratos Árabes Unidos, ofrece a degustar por US$ 1000 a "Golden Phoenix", el cupcake más caro del mundo.

Para su preparación usaron la vainila de Uganda, cocoa de Italia, harina orgánica, mucho oro comestible de 23 kilates y un par de productos misteriosos que guardan en secreto.

Su creadora nos asegura que su cupcake es una joya comestible, que su alto precio es justificado, y que muchas celebridades de la fama mundial ya probaron su tan delicado como criticado postre bañado en oro.

¿Tenemos la necesidad de comer el oro? Es discutible. Admiro la creatividad de los Chefs que preparan y decoran a los cupcakes, pero debo admitir que algunas de sus creaciones es difícil de entender y comer.

No me provoca degustar los cupcakes que contienen tabaco (no fumo), cenizas (¿de quién son? tengo mis dudas), piedras del mar molidas (¿de qué mar? ¿tienen vitaminas?), cucarachas acarameladas (¿criadas en su cocina?), pasto (no soy ni vaca ni yegua) y bañados en vodka y rellenos con crema de vodka (me quedo dormida).

Los cupcakes se hacen con amor, se regalan con amor y se comen pensando en el amor. Si no tienes pareja y vives solo o sola como yo, no compras más de dos cupcakes, es suficiente, una caja de 6 o 12 es mucho, es demasiada tentación y calorías.

Muchas personas comen un panettone entero en las fiestas del fin del año sin pensar que contiene más de 4 mil calorías. Hay que saber disfrutar lo bueno con inteligencia y sin perjudicar la salud.

Después de tantas claras de huevos cocidos, litros de jugo de piña, cerros de lechuga y cajas de atun diet en lata que nos aconsejan consumir nutricionistas para mantener a nuestro cuerpo en un estado presentable, todos merecemos tener en nuestras manos a un pequeño y lindo cupcake como premio por nuestro esfuerzo y sacrificio.

Para el Día de San Valentín o el Día de los Enamorados (14 de febrero) salen a la venta cualquier cantidad de cupcakes con corazones y cupidos, pero hay que tomar en cuenta que ésta fiesta de amor no es celebrada con el mismo entusiasmo en todos los países del mundo, en algunos es totalmente ignorada y pasa desapercibida.

Hablar de amor en éste día, pedir matrimonio o regalar flores y dulces es tan obvio que se pierde tan importante el factor sorpresa, es bueno ser detallista y generoso con la pareja en cualquier día del año.

Si quieren pasar los momentos agradables y divertidos con su pareja, pueden intentar juntos de preparar y decorar a los cupcakes. No importa si los dos no saben nada de cocina, las miradas, los besos, abrazos, mimos y palabras cariñosas serán de una gran ayuda para hacer algo decente y comestible.

Los niños pasan de lo mejor decorando a los cupcakes, son sus preferidos en las fiestas infantiles, es un fantástico pasatiempo que pueden compartir con los hijos, sobrinos y sus pequeños amiguitos.

Una caja de cupcakes es un regalo ideal cuando quieres hacer una visita porque te permite llevar un dulce de diferente sabor y decoración para cada miembro y lo harás sentir muy especial.

Los cupcakes rellenos con crema de café, lúcuma, cereza y frambuesa son mis favoritos, me doy el gusto de comer a ésta pequeña delicia aunque sea un par de veces al mes.

De niña nadie me compraba los dulces, aprendí de ser la única dueña y señora de lo que hago, lo que digo, lo que gasto, lo que compro, lo que como y a quién quiero. Siempre compro sóla todo lo que necesito sin hacer problemas, sin pedir a nadie y sin esperar nada de nadie, es una costumbre de años.

Cuando veo a los padres que siempre sirven de escudo, que deciden todo por sus hijos, que cumplen todos sus caprichos, que los mantienen aunque son mayores de edad, que le pagan los estudios, que le buscan un buen puesto de trabajo usando sus amistades y relaciones, que les regalan la vivienda, que se encargan de todos los gastos de la boda, luna de miel y todo lo demás, me parece muy extraño, no es mi vida y no me siento identificada.

No es tan bueno retirar a sus hijos todas las piedras del camino y dejar la vida hecha, los problemas solucionados y respondiendo siempre "te quiero ver feliz, no te preocupes, me encargo de todo". No tengan miedo de decir "no" a sus hijos y ser menos queridos, los harán más independientes y fuertes.

En el mes de diciembre hay más declaraciones de amor, más citas de pareja, más reconciliaciones, más propuestas de matrimonio y más bodas porque queremos despedir el año viejo y empezar un año nuevo con pensamientos más positivos, con esperanza, con muchos cambios, planes, metas, y aprendiendo que nadie está lejos si quieres estar cerca.

Un delicado y sabroso cupcake, preparado y decorado especialmente para éste momento, puede acompañar a un anillo de compromiso o solo ser una original y dulce manera de decir "te amo, te extraño, te deseo".

By Liou.

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