Gustavo Cerati, un rockero argentino.

Hace algunos años atrás yo no tenía ni idea quién era Gustavo Cerati, no asistía a sus conciertos, no escuchaba sus canciones, no sabía qué importancia tiene este músico argentino de ojos azules para los hispanohablantes. Yo vengo de un país dónde no hablan el idioma español, donde no suenan ni "De música ligera" ni " Persiana Americana", donde nadie sabe quien es Gustavo Cerati (Gustavo Adrian Cerati Clark, 1959, Buenos Aires, Argentina), y no entienden que significa sus famosos "gracias totales".

"¿Qué nombre de mujer más te gusta? ", - siempre pregunto lo que no esperan. Sin pensar Cerati me dice: "Lilian, Estela, Laura, Cecilia, Lisa".

Lilian es el nombre de su madre, Lilian Clark, una señora de 80 años que ama a su hijo cómo nadie, que tiene fe cómo no tiene nadie, que sabe cómo se siente porque lo parió, porque la madre e hijo es una sola persona, y lo que duele a él, le duele doble. ¿Quién se atreve a decir a esta madre que su hijo no va a salir de coma? Yo no puedo, porque como ella creo en los milagros.

Estela es el nombre de su hermana mayor, y Laura es la hermana menor que esta siempre donde debe estar y donde más la necesitan. Estas tres mujeres son su familia, también Lisa, la hija quinceañera que escribio las memorables y desgarradoras palabras a su padre: "te doy toda mi luz para que encuentres el camino de regreso". Ella es la hija de Cecilia, como también su hermano Benito... de Cecilia Amenábar (1973, Santiago, Chile), una modelo y actriz chilena que estuvo casada con Gustavo Cerati 10 años, entre 1992-2002 .

Me dijo que ella es especial, que todas las mujeres son especiales, pero Cecilia es especial de las especiales. Me hablaba de Cecilia, creo que la amaba más que a otras, más que a todas, y me dijo que con ella tenía un pacto de amor eterno y indestructible. No habló de ninguna otra pareja, me dio la sensación que Cecilia era la primera, actual y la última, nada antes de ella y nada después.

Le pregunte si le gustaba el fútbol, y me dijo que sí, que era el hincha de "Racing" lamentando que soy de "Barça", que le gustaba ir de vacaciones con sus hijos a Punta del Este, y me prometió a enseñar el lugar. Me preguntó que hago sola tan lejos de mi país, y si mis padres me dieron el permiso. Le dije: "no pido el permiso a nadie desde los 13 años, me va bien, soy fuerte, no te preocupes".

Fue un inesperado cruce de miradas y un minuto de silencio. Extrañaba a su padre Juan José Cerati que falleció en 1992, dijo que fueron momentos de una "lucidez dolorosa y fértil para trabajo", pero le fue difícil de superar: "algo murió en mi con el..."


Todos llegamos a las relaciones adultas con un archivo de memoria afectiva listo para ser activado cargando con nosotros todo lo que más queremos y todo lo que más tememos. Cerati fumaba mucho, y yo nunca fumé en mi vida, le dije que no es bueno tanto humo, y me respondió con un corto "lo sé".

Me invitó a su concierto, a uno, a dos... a cuatro diferentes conciertos donde todos cantaban, saltaban, gritaban, bailaban, lo admiraban y lo adoraban. Yo estaba descubriendo un lejano y desconocido para mi el mundo del rock en español, y encontré en las canciones de Cerati muchas frases increiblemente sublimes y sensuales.

Nuestro segundo encuentro fue un año y ocho meses después, solo lo abrace y pregunte al oido: "¿ estás bien ?" .
"¿Escribes en español?"- me pregunto.
"También".
"¿Vas a escribir que soy un "genio del rock" como escriben estos ....?"
"Si algun día voy a escribir sobre ti, solo escribiré que eres un buen hombre, nada más".
"Gracias mujer".
"¿Gracias totales?"
"Totales. Rusa, no rubia, con nombre chino, con madre italiana, escribe en español, sexóloga, lindas piernas... no le gusta el rock... todo en una... es mucho..."
"No sé nada de rock en español, ahora escucho tu música, estoy aprendiendo. ¿ Sabes qué canción más me gusta ? "
"Jugo de luna". ¿ Adiviné ?"
"Yesssssss...."

Gustavo Cerati cantaba :
"hablas de mi y no sabes quien soy... yo nunca voy a perder mis sueños aunque no pueda vivir despierto... si algo cedes, calmaré tu histeria, con los dientes rasgare tus medias... ella conoce mi perversión en una noche larga... sé que te excita pensar hasta dónde llegaré...

en una gota cabe el universo, cuando arqueas el cuerpo y vengo a besar un profundo manantial ... un dulce pálpito, la clave íntima, se van cayendo de mis labios... no me sirven las palabras, gemir es mejor, cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor... si te abrazo es para sentir que a nuestro amor nunca podran sacarlo de raíz..."

Gustavo Cerati es un rockero, y todos quieren hablar con el de rock, pero no hablamos de rock, no es mi fuerte, hablamos de la vida, de relaciones humanas, de mujeres, de hombres, del mundo en que vivimos... de todo un poco. Coincidimos en muchas cosas, y llegamos a la conclusión que el amor y el deseo no son mutualmente excluyentes, solo que no siempre se dan al mismo tiempo, y cuando más apego vas sintiendo, más tienes que perder.

El amor necesita la entrega y autonomía, cuando dos personas se convierten en uno, desaparece la conexión. El amor disfruta sabiendo todo sobre el otro, pero el deseo busca el misterio, el amor necesita acortar la distancia que existe entre nosotros, pero el deseo se fortalece gracias a esta distancia.

Cuando más pequeños nos sentimos en este mundo, más necesitamos brillar en los ojos de nuestra pareja, y cuando no nos sentimos queridos por nuestra pareja, somos más vulnerables a la amabilidad de las parejas ajenas. Que nuestro cuerpo es un banco de recuerdos de los placeres sensuales de nuestra piel, que después de la emoción de esconderse, viene el alivio de ser encontrado, y que hombres son expertos en las expresiones directas de poder, y las mujeres en las indirectas...


"¿Por qué Perú? "- me preguntó Cerati.
"Me gusta Perú, pero no me importa dónde vivir, sino con quién".
"¿Este "quien" te hace feliz?"
"No tengo "quien". Vivo sola, duermo sola, trabajo mucho... lo sé que no tengo la vida perfecta, solo en mis sueños. Tengo ganas de armar mi maleta y irme sin rumbo, muy muy lejos, necesito los cambios...".

Me miró a los ojos y me dijo... no importa que dijo, es para mi, pero fue muy bueno que dijo y muy sabio. Dicen que todos los rockeros son unos locos que destrozan las cosas, gritan, hablan lisuras, y entrevistar a ellos es un martirio. No todos, Cerati no es ningún loco, aunque algo de loco tiene, es un tipo muy amable, educado, serio, inteligente, tranquilo, es un rockero que respetan. El mundo de rock no es mi mundo, Cerati se dio cuenta de esto casi inmediato: "tu no quieres a un rockero en tu cama".



El 15 de mayo de 2010, hace un año, en Caracas, Venezuela, en el campo del fútbol de la Universidad Simón Bolívar, fue el último concierto de Gustavo Cerati. Se puso mal, lo internaron, y nos dieron un diagnóstico inesperado y abrumador: accidente cerebrovascular. Mi amiga me llamó llorando desde Caracas, y yo no podía asimilar bien qué lo que pasaba.

Estaba perdiendo a un amigo y a un confidente que guardaba mis secretos y confesiones bajo todas las llaves y me escribía la poesía nada santa...
Hace un año que Gustavo Cerati esta en coma, y nadie se atreve a pronosticar qué lo que va a pasar, porque el funcionamiento de nuestro cerebro es todo un misterio, y nadie tiene la última palabra.

Si todo será igual cuando se despierta, no lo sabemos, solo queremos que esté con nosotros, que diga lo que quiere decir, que cánte lo que quiere cantar, que áme a quien quiere amar. Están preguntando: ¿quién va a ocupar el lugar de Cerati?  Nadie.

Para ocupar su lugar hay que ser como el, escribir como el, cantar como el, tocar la guitarra como el, escuchar como el, sonreir como el, amar como el, sentir como el, besar como el... y ningún rockero es como el.
Gustavo Cerati solo hay uno.

By Liou.

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