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sábado, 2 de abril de 2011

Soñando con los hombres guapos.

Los hombres muy bellos, mayormente, se aman entre ellos y no necesitan a las mujeres. Nos quedan los guapos. ¿Para qué nos sirve un hombre muy guapo? Para tomar un montón de fotos con el para Facebook, para enseñar a nuestro "ex", a su "ex", a todos los familiares, vecinas, amigas y no tan amigas, y más de todo a las enemigas, inflando los pechos del orgullo: "mira con que muñeco yo duermo, y tú con un teletubbies".

Hay un morboso placer en el deseo de enseñar la fotonovela de tu vida en las redes sociales, lo hacen los famosos, y no tan famosos aprenden de ellos y las copian. Todos en el mundo deben saber con quien yo duermo, y si es guapo, famoso, extranjero y menor que yo, con más razón todavía.


Lo voy a presentar, lo voy a besar, todos deben saber que soy su dueña, y es un vengativo mensaje a mi "ex" infiel: "mira, soy loca con mi tigre".

Las fotos con hombres guapos provocan la envidia de otras mujeres, no de todas, pero funciona con muchas, y si me envidias, es porque soy mejor que tu, y esto me tranquiliza. Este comportamiento es bastante infantil, y las mujeres inteligentes no lo hacen. ¿Para qué más nos pueden servir los guapos? No tengo idea, pero los hombres buenos nos pueden ser útiles para miles de cosas.

Yo hablé en mi vida con muchos hombres muy guapos y famosos, no todos eran en la vida real tan interesantes como en la pantalla, y un par de ellos eran simplemente detestables. Me gustan los hombres muy masculinos porque soy muy femenina, el contraste me excita, me atrae... y esto no tiene nada que ver con la belleza física. Lo siento mucho por las lindas mujeres que me escriben las cariñosas cartas de amor, gracias chicas, pero soy heterosexual, me gustan solo los hombres.

El hombre que no es ni tan alto y ni tan agraciado físicamente, se esfuerza para enamorar a la mujer con sus otras virtudes y puedes encontrar un verdadero tesoro: un amigo leal y un amante apasionado y fiel para toda la vida.

Como sexóloga escucho miles de confesiones, las mujeres que tienen los maridos no precisamente guapos, son más satisfechas en la intimidad que las parejas de los guapos. Un hombre guapo piensa que tiene muchas mujeres para escoger, que no tiene la necesidad de cuidar una relación, que si no estará con esta mujer, estará con otra, pero en su cama siempre tendrá compañía y una cola de fans detrás de la puerta esperando su turno. Tampoco hace mucho esfuerzo para complacer a su pareja en la intimidad, él ya es un regalo: disfruta, admira y no exiges nada, porque se enoja y se va con otra.

Pero cuando un guapo se enamora de una mujer más guapa, fuerte y inteligente que el, empieza su calvario y una lucha interna que lo pone de mal humor. El acostumbró a ser el centro de atención, y aceptar que su pareja lo domina emocionalmente y es más admirada que el , no es tan fácil de manejar para un guapo.

Los guapos y famosos si quieren funcionar como pareja, deben respetar el espacio de cada uno, no competir, sino tener la mutua admiración y el respeto por el trabajo del otro. Las frases como: yo tengo más admiradores que tu, mi película fue más taquillera, yo gané más premios, mi concierto tuvo más éxito, mi web tiene más visitantes, yo soy más guapo que tu y me desean más... solo llevan a una separación, y esto ha pasado con muchas parejas de famosos.

La formula: eres genial en lo que haces, como también yo en lo mio....respétame, ayúdame, apóyame, protégeme, ámame... yo haré lo mismo, seremos una pareja de guapos, inteligentes y exitosos. Me gustan los hombres muy hombres en todo lo que hacen y en todo lo que dicen.

Ser mentiroso no es sexy, ser infiel no es sexy, maltratar a una mujer y hacer llorar no es sexy, es ser inseguro, cobarde, acomplejado y no tener cojones. Un hombre que ama es sexy, un fiel es sexy, un amante creativo, cálido y complaciente es sexy, ser padre es sexy...

La belleza masculina es tan subjetiva, cada mujer ve a un hombre con sus ojos, y en la mayoría de los casos con los ojos de amor que lo embellece. Detrás de una mirada masculina hay todo un mundo complejo y misterioso, detrás de una palabra suave hay diez palabras fuertes que se quedan sin decir y que le pesan, a veces, una vida entera.

Ellos esperan que nosotras adivinamos estas palabras porque todas somos unas brujas y les aliviamos esta pesada carga... Las mujeres exigentes quieren como marido a un hombre inteligente y guapo, no exigentes - solo a guapo, pero muy exigentes - a un buen hombre.

By Liou.

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