martes, 30 de noviembre de 2010

"Sal en nuestra piel", la película.

Yo no escribo sobre las cosas divertidas, tampoco me interesan los escándalos, esto es cierto. Hay muchos especialistas que ya se ocupan de estos asuntos y son maestros de armar un circo de la nada, convertir a una mosca en un elefante, ahogarse en un vaso de agua y discutir por horas si la mujer de un famoso es una bruja o la niña de su casa (¿van a vivir con ella?), quién es la amante de turno de alguna estrella de rock (¿quieren ocupar su lugar?), y cual es la dirección y qué escribir a un guapo de los guapos (¿para qué ?).

Me entretengo con lo que me interesa, conozco, recuerdo, amo y lo que no me deja indiferente. Escribo cuando tengo algo de tiempo, cuando no estoy muy cansada o cuando busco un poco de calor y el refugio en otro idioma que no suena igual al mio pero me cobija cada día más.

Vine a Perú sin saber ni una palabra en español, hablaba otras lenguas, pero no estaba preparada para vivir en un país hispanohablante y fue todo un reto. Nunca fui practica, calculadora, oportunista, desleal... Como psicóloga aconsejo a todos lo que me enseñaron mis maestros y los libros, pero cómo mujer solo escucho a mi corazón, porque sigo pensando que el nunca se equivoca.

Me dicen que mi marido nunca sabrá que es esto tener los suegros tampoco cuñados, no tendría con quien pelear y a quien aguantar. Nunca pensé de esta manera, pero es cierto, estoy sola en el mundo desde los 13 años, con el tiempo estoy llevando mejor la situación, aunque muchas veces me siento desprotegida y vulnerable.

Antes era más difícil, había momentos que necesitaba con desesperación a una madre y siempre en los sueños hablaba con mi padre. Con los años asumí que no los puedo resucitar, que debo seguir viviendo, tomar mis propias decisiones, siempre fui independiente y responsable. "Tu no tienes pareja porque no quieres",- me dijo una sabia compañera de trabajo.

No es cierto, sólo que no me interesa en absoluto compartir mi vida y mi cama con un hombre a cual no quiero y no deseo, no soy hipócrita, no quiero ser infeliz y tampoco arruinar la vida de nadie. Me fascinan los hombres inteligentes, honestos, creativos, fuertes, apasionados, sexuales, cariñosos y fieles. Una combinación explosiva, excitante, deliciosa, exquisita y difícil de encontrar.


Me gusta la película "Sal en nuestra piel" (otros nombres "La piel del deseo", "Salt on our skin", " Desire" ,"Amantes a la distancia", 1992 , Alemania, Canadá, Francia, 111 minutos) de Andrew Birkin con Greta Scacchi (1960, Milán, Italia) y Vincent D´Onofrio (1959, New York, USA).

Fue basada en la novela "Les vaisseaux du coeur" ("Los vasos del corazón", 1988) de la escritora, periodista y feminista francesa Benoîte Croult (1920, París, Francia). Los actores fueron la pareja en la vida real (1989-1993) y tuvieron una hija Leila en 1992.


Es una historia del amor entre un hombre y una mujer . Él se llamaba Gavin MacCall y ella George McEwan. Él la amaba más que ella a él, porque los hombres siempre aman más que las mujeres aunque demuestran todo lo contrario. Le propuso el matrimonio pero ella no aceptó. No le parecía un buen partido, no era de su nivel: ella era una universitaria con un brillante futuro y él un sencillo pescador de un pequeño puerto en Irlanda.

Él la adoraba siempre con este amor callado, silencioso, sufrido, se casó sin amor con una amiga de infancia y tuvo 3 hijos. Ella también se casó, tuvo un hijo y se divorció. Sus encuentros eran una vez al año: él volaba de un continente al otro cruzando el océano para estar con ella sólo una semana y para decir cuánto la quiere.


Ella lo esperaba cada año con más ansias y las ganas de seguir gustando a su "fiel e incondicional capitán". No le importaba que su esposa sabía de esta relación, de los constantes viajes anuales al otro lado del mundo y sufría en silencio durante tantos años. Él le prometió regresar como siempre al año siguiente, pero algo inesperado sucedió, y esta vez ella tuvo que volar a su país...

La novela fue llamada feminista, la película también, tuvo sus fanáticos y adversarios. "Ella lo usaba, lo deseaba pero no lo amaba",- dijeron. La autora Benoîte Croult siempre defendía a su personaje: "ella lo amó... lo sé que lo amó, porque ella soy yo, es mi vida..."



Algunos cinéfilos dijeron que la película "Sal en nuestra piel" cuenta la historia de un amor "imperfecto". No existen los amores "imperfectos", como tampoco existen las personas "perfectas". El amor es el amor, y siempre es perfecto, "imperfectos" somos nosotros que no comprendemos muy bien su significado, no lo apreciamos, no lo cuidamos, no lo valoramos . ¿Alguien hace el amor con amor ? Lo recomiendo como sexóloga.

By Liou.

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